Blogia
sandrasam

EL PROBLEMA ETICO

Con la palabra “problema” designamos básicamente dos cosas, a saber. Problema como sinónimo de algo que no está bien, que es una dificultad, un tropiezo.

Como sinónimo de reto, de interrogante, a una pregunta interesante y difícil.

Vale la pena el problema ético, con la palabra “problema” designamos básicamente dos cosas, a saber:

Problema como sinónimo de algo que no está bien, que es una dificultad, un tropiezo. Como sinónimo de reto, de interrogante, a una pregunta interesante y difícil.

Vale la pena señalar, además, que en la idea de problema encontramos siempre aspectos positivos y negativos implicados. Es decir, un problema es a la vez negativo y positivo. El hombre no tiene que resignarse y aceptar pasivamente un problema, sino que tiene la opción de superarlo y aprender de él. Ahora bien, si la vida del hombre no tuviera problemas nuestra existencia no sería un reto, una tarea. El lado positivo de los problemas, es entonces, que nos sirven para superarnos, para enfrentarnos a ciertos retos, logrando satisfacciones cuando logramos resolverlos.

Designamos con la palabra “ética” el comportamiento, la conducta y el actuar de hombre en cuanto hombre. Y con “moral” el aspecto práctico y concreto, las normas establecidas o propuestas por los hombres, o por una sociedad y época histórica determinadas. La ética es, pues, aquella instancia desde la cual juzgamos y valoramos la forma como, de hecho”, se comporta el hombre y, al mismo tiempo, la instancia desde la cual formulamos principios y criterios acerca de cómo debemos comportarnos y hacia dónde debemos dirigir nuestra acción.

El ser humano no es un dato, un objeto entre otros susceptible de ser agotado en descripciones y definiciones; escapa a la inteligibilidad propia del universo de los cuerpos y sin embargo nos plantea la necesidad de un nuevo y más amplio campo de intelecciones. En esa tarea en que el hombre se articula y constituye como punto virtual donde se cruzan los hilos del universo es donde se fundamentan las raíces de la ETICA.

Nuestro punto de partida es abordar la vida humana como un ininterrumpido flujo de conciencia, un constante darnos cuenta de un continuo interactuar con el mundo circundante dándole sentido. Este es, en sentido amplio, el horizonte de la experiencia, que en último análisis se define como intencionalidad imputada, motivada, interesada que da contexto y perspectiva a todo nuestro actuar. Ahora bien, ser consciente en toda su amplitud es reconocer que el hombre es pluri dimensional; nuestra vida no está movida siempre por el mismo interés, las relaciones del hombre van en todas direcciones. Así conciencia es básicamente apertura, finitud, carencia, intención de plenitud, anticipación de sentido, de verdad y de valor.

 

0 comentarios